mientras tanto ... en el barrio de mataderos...
Viejo Almacén conocido como “La Escalerita”
Son muy escasos los
edificios de carácter histórico que todavía se existen en el barrio de
Mataderos. El edificio mencionado, sito en Gral. Eugenio Garzón N° 7365,
fue construido en el año 1899. Fue uno de los pocos sitios, de esa
época, donde se reunían los reseros de la zona, los que trabajaban dentro
del Mercado Nacional de Hacienda y los que provenían desde la Provincia de
Buenos Aires, arriando ganado.
Considerada la
Primera Pulpería para Jinetes Ensillados, el “Almacén
de Don Pipo", desde su apertura funcionó como un almacén de ramos generales
que proveía a los reseros del lugar que trabajaban en el Mercado de Hacienda
y a los habitantes de la zona. A fines del siglo XIX un italiano, natural
de la Lombardia, al que cariñosamente le decían Don Pipo, construyó e
inauguró un almacén con despacho de bebidas, cuyo inmueble en parte, se
mantiene hoy después de 115 años.
Es una construcción bastante más
elevada que el nivel de la calle; al empedrarse éste en 1936 se mantuvo el
desnivel y para ingresar al negocio es necesario subir 4 escalones. Tenía
una puerta aproximadamente 4 metros de altura y una ventana alta que aún
subsiste, con una reja típica de una pulpería por donde su propietario,
solían despachar a clientes que sin necesidad de bajarse del caballo,
compraban todo lo que necesitaban.
...........“Fue
el primer negocio (de la zona) que inauguró una cancha de bochas, a la que
concurrían muchos connacionales y parroquianos afectos a ese juego, los días
de descanso o al finalizar la jornada, quienes, mientras iban arrimando al
bochín consumían las bebidas que se exhibían en los enormes escaparates que
están a la vista”...... ( Mataderos Mi Barrio, Ofelio Vecchio).
A mediados del siglo pasado, algunos
comenzaron a denominar al negocio como “El Almacén de la Escalerita”, nombre
que todavía aún hoy se mantiene, debido a los escalones que hay que subir
para ingresar. El edificio que tantos recuerdos despierta en los ancianos
del barrio, mantiene su fisonomía de principio de siglo. Sus estanterías y
vitrinas todavía se conservan en su estado original y nos dan muestra del
sistema de comercialización de la época: la fideera, la venta a granel, la
estantería para las latas de galletitas, la ganchera de jamones, la campana
con el queso de campo, etc. , caracterizaba el modo de venta de algunos
productos.
Para pesar los productos, contaba con
balanzas y basculas que se encuentran en el local. Una de las balanzas fue
fabricada por la prestigiosa industria nacional Arcielo Hnos., realizada en
bronce, pesa desde 1 hasta 4000 gramos con el sistema de pesas. Las
vitrinas todavía muestran bebidas de la época, que eran expendidas por
botella o utilizando “una medida” a los parroquianos que concurrían
asiduamente a la pulpería. La venta de bebidas alcohólicas estaba regulada
por los edictos policiales que se pueden apreciar “enmarcados” sobre una
pared, lo mismo que el Permiso de Habilitación del Local.
Cuenta con un mostrador (el mismo que
se utilizó desde el día de su inauguración) y con una caja registradora que
hoy contiene dinero de distintas épocas. Sobre dicho mostrador está
ubicada la máquina de café de bronce, que cuenta con tres canillas y que
reemplazó a la primera marca que todavía se conserva.
El edificio hoy conserva toda su
estructura original, los tirantes de madera a la vista y bovedilla de
ladrillo común, paredes de hasta 45 cms de espesor, techo de chapa y
galería que todavía se encuentra existente. Las baldosas de los pisos de
pasillo y patio y el piso de pinotea machihembrada del local son
originales. El local cuenta con un sótano de más de 3.00 mts de
profundidad y casi 40 m2 de superficie, que todavía aloja cajones de
bebidas.
Su actual propietario Don Armando
Foce, se siente orgulloso de haber continuado con la obra de su padre, de
que por su almacén hayan pasado hombres como Agustín Magaldi, el Chacho
Santa Cruz, la orquesta del director Randazo, el bandoneonista Margaruccio y
los boxeadores Lause y Justo Suárez.
En el viejo almacén La Escalerita,
encontramos objetos tradicionales como espuelas, hachas, tabas, faroles, y
un reloj a cuerda con vitrina de madera tallada a mano y frente de cristal,
que data de 1878 y que se utilizaba para la salida de los coches tranvías
tirados a caballo. Sus vitrinas también alojan trofeos y menciones como el
diploma y medalla de oro otorgada por el Centro de Almaceneros al cumplirse
25 años, pergaminos de la Junta de Estudios Históricos de Mataderos y por
otras instituciones.
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