mientras tanto ... en otro barrio...
PalAcio Alvear,
actual Embajada de Italia
Los inmuebles cuya catalogación se propone mediante el
presente proyecto de ley, hoy sedes diplomáticas de la Républica de Italia y
de los Estados Unidos de América, fueron originalmente residencias privadas,
ex Palcios Alvear y Bosch respectivamente, y son exponentes sobresalientes
de la adaptación en Buenos Aires de la tipología denominada "grand hotel
particulier", desarrollada en Francia en el siglo XVIII.
La protección de estos edificios se suma a la de otros de
similares características como las actuales embajadas de Francia, ex Palacio
Ortiz Basualdo; de Brasil, ex Palacio Pereda, de España, ex residencia de la
familia Larivière; de Arabia Saudita, ex residencia Acevedo; de Bélgica, ex
residencia de la Familia Tornquist; entre otras, completando de esta manera
la protección de algunos de los ejemplos más significativos para la ciudad
de este tipo de grandes residencias particulares.
Ambos inmuebles se localizan sobre la Avenida del
Libertador, denominada Avenida Alvear hasta 1950, que entre fines del siglo
XIX y principios del XX se transformó en una de las más imponentes arterias
de Buenos Aires. Límite entre el tejido de la ciudad y el parque de Palermo,
su trazado amplio se fue bordeando de grandes residencias, la mayoría de
inspiración francesa. Hacia fines de la década del veinte comenzó la
construcción de edificios de departamentos que inicialmente armonizaban con
las grandes casas pero que paulatinamente fueron alterando la escala y
perspectivas.
La historia y características de estos edificios fueron
descriptas por el Arq. Fabio Grementieri en los folletos correspondientes a
los "Días del patrimonio arquitectónico de la Ciudad de Buenso Aires"
realizados por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires en el año 1998.
"Palcio Alvear, actual Embajada de Italia
La actual sede de la Embajada de Italia fue propiedad de
Federico de Alvear y su esposa Felisa Ortiz Basualdo, cabales representantes
de cierta desmesurada predilección argentina por la cultura francesa.
Alternaban prolongadas estadías en Paris con temporadas en Buenos Aires y
tenían un cabal conocimiento de la gran tradición artística francesa. El
proyecto del edificio en sus líneas generales correspondió a Federico de
Alvear, quien a la par de su afición por el turf era un apasionado por la
arquitectura al punto de construir él personalmente maquetas de estudio.
inclinación familiar llevada al extremo por sus padres, Carfos María de
Alvear y Mercedes Elortondo, responsables de la edificación de la espléndida
villa "Sans Souci" en San Fernando, al norte de Buenos Aires.
Sobre la base de estos antecedentes no es arriesgado
señalar que los propietarios fueran los responsables de concebir el proyecto
con la asistencia de un arquitecto para desarrollar aspectos técnicos y
constructivos.
El edificio se implanta dentro del terreno apoyado en la
medianera y rodeado de un amplio jardín. La fachada principal se encuentra
jerarquizada por su posición alejada del portón de acceso y de la avenida.
Dicho espacio es tratado como una combinación de patio de honor y camino
dentro del jardín que otorga a la construcción una apariencia de "hotel
particulier" y ''villa'' a la vez. El conjunto se completa con una reja
perimetral y portón de acceso de imponente presencia y el pabellón de
portería.
El edificio, un pabellón aislado adosado a la medianera, se
estructura de manera tradicional en cuatro niveles: un subsuelo semihundido,
planta baja, primer piso y mansarda. El estilo elegido se inspira en la
arquitectura francesa de mediados del siglo XVIII.
Las fachadas tuvieron como modelo un edificio parisino bien
conocido y admirado por muchos argentinos de la época. La principal recrea
las líneas del "Hotel de Biron", construído hacia 1730 por Jacques-Ange
Gabriel y Jean Aubert para el financista Peyrenc de Moras y sede actual del
Museo Rodin en Paris. Pero lo hace como una variación del tema original, con
logradas transposiciones y reubicaciones de los elementos compositivos
básicos del modelo; alterando el cuerpo central a través de la eliminación
del frontispicio, transformando las alas en cuerpos laterales coronados por
frontis o alterando los agrupamientos de ventanas. .Esta emulación de
modelos consagrados, que toma el nombre francés de "pastiche", consiste en
tomar los elementos principales de una composición arquitectónica de
prestigio para restituírfos dentro de un conjunto que rememora el original.
Los interiores, si bien responden a una arquitectura
inspirada en el siglo XVIII francés, presentan una disposición particular
que no coincide con las secuencias y articulaciones espaciales propias de la
arquitectura recreada. Así por ejemplo, el vestíbulo de acceso se asemeja a
un jardín de invierno, la gran escalera une la planta de recepción con el
piso de las habitaciones privadas y la distribución de los salones se
realiza únicamente a través del hall, casi sin intercomunicación entre sí.
La decoración original de los salones se conserva sólo en
parte ya que la familia Alvear no llegó a residir en la casa. Al venderfa al
Gobierno Italiano en 1924 retiraron la mayor parte de los objetos y
boiseries que cubrían los muros. Los salones fueron redecorados para sede de
la Embajada con mobiliario acorde al estilo de cada salón e importantes
objetos y obras de arte de procedencia italiana.
El Palacio Alvear resume una época en que las residencias
de Buenos Aires evolucionaban hacia una heterodoxia en la emulación de los
modelos franceses consagrados, apareciendo criterios de disposición y
confort de inspiración inglesa y cierto espíritu italiano en la concepción
del edificio como villa rodeada de parque en cercana relación con los
interiores"
FUENTE:
http://www.ciudadbaires.com.ar/proy-cat/0700862.html
VER TAMBIÉN: Palacio
Bosch, actual Embajada de Estados Unidos
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