comentarios sobre la Avenida
de mayo
La
Avenida de mayo fue el primer boulevard de la ciudad de Buenos Aires.
Hacia
el año 1880 se inició la apertura de esta avenida, la cual unía la
tradicional Plaza de Mayo con la
Plaza de los Dos congresos. El 8 de Julio de 1894 fue el día que una procesión
de quinientas antorchas marcaron la apertura de “La Avenida”.
Al
comienzo de la avenida se encuentra el cabildo. En la esquina enfrentada al Cabildo, se encuentra la sede del Gobierno Autónomo de la Ciudad de
Buenos Aires.
Cruzando
a la vereda norte y a espaldas del palacio municipal, se encuentra la antigua
sede del diario decano de la República Argentina, La Prensa, que empezó a
editarse hacia el año1869 y trasladó su redacción a este edificio hacia 1898.
Al tope
de la fachada de 55 metros, se encuentra una estatua de bronce que sostiene una
antorcha y un escrito a modo de alegoría a la libertad de prensa.
A la
altura de 825-833, encontramos al magnífico café Tortoni. Originalmente existió
allí el templo Escocés de Buenos Aires, estando la original casa de té a unos
metros, sobre una esquina contigua.
Luego de
la Avenida 9 de Julio, la Avenida de Mayo conforma una identidad, que aún hoy
podemos percibir claramente, donde presencia de la cultura española es muy
fuerte en sus bares, hoteles, teatros y antiguas redacciones de periódicos de
la colectividad hispana. Por esta zona, Federico García Lorca se paseó luego
del estreno de su eterna obra, Bodas de Sangre, y en esas cuadras, magníficos
cantantes y músicos de zarzuelas, pasodobles, cante andaluz, muñeiras gallegas
y jotas aragonesas, salían del tradicional Teatro Avenida a continuar su espectáculo
ante la efervecida concurrencia de españoles y argentinos en general.
El nuevo arranque de
"la Avenida", a partir de la 9 de Julio, se destaca por un monumento
emplazado en una plazoleta lateral y que recuerda la imagen del ingenioso
hidalgo don Quijote de la Mancha, personaje central de la monumental obra de
Miguel de Cervantes Saavedra.
A medida que las casas de
antiguas familias patricias eran abandonadas por sus moradores, comenzaron
instalarse las tradicionales "pulperías", especie de bares donde los
gauchos, los negros y el paisanaje de las clases mas humildes iban a
entretenerse y tomar bebidas alcohólicas. Empezó así a convertirse la zona en
lugar para "malevos y cuchilleros", personajes tan típicos de nuestro
tango y de muchas referencias en la literatura borgiana. Por ese entonces, dado
el valor que adquirió el barrio, muchos palacetes fueron convertidos en
verdaderos "conventillos", De
todo aquello sobrevive poco pues, de la Calle del Pecado, queda una línea de
plazoletas producto del mencionado ensanche y las "pulpulerías"
fueron reemplazadas por el edificio del Ministerio de
Obras Públicas. Sólo algunos pocos "conventillos" quedan en pie,
solo que ahora la masa inmigratoria europea fue reemplazada por familias del
interior del país o de países vecinos como Bolivia, Perú y Paraguay, llegados
a estas tierras con los mismos sueños de aquellos italianos y españoles...
Ingresando nuevamente al
cauce de la Avenida de Mayo, se destacan en esta primera cuadra la silueta del
magnífico Hotel Castelar. Originalmente conocido como Hotel Excelsior hasta
1959. En su confitería, donde se respira un ambiente tradicional, funcionó en
la década del ´30 la peña signo a la cual pertenecieron Federico García
Lorca, Oliverio Girondo, Norah Lange y Alfonsina Storni, entre otros.
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A la altura del 1147,
encontramos un palacete que data de 1895 y construido por el arquitecto Merry a
pedido de la señora Zemborain. En sus salones funcionó la sede de la Unión
Industrial Argentina, hoy ubicada en la moderna zona de edificios del barrio de
Catalinas. Abundaron aquí también hoteles como el ex hotel París, de estilo
francés y el antiguo Metropole, quizás uno de los mejores que tuvo la ciudad
en su momento y llamado hoy Hotel Cecil, que fue construido en el año 1900.
En la siguiente cuadra, la
correspondiente a la altura de 1200, nos encontraremos con un cuadra de fachadas
muy interesante y, por suerte, medianamente conservadas, correspondientes al
antiguo Cine Lara (1915) y al Hotel Chile, una agradable obra del mejor estilo
art-nouveau. En la vereda de enfrente, se encuentra el reconstruido Teatro
Avenida, catedral musical y cultural de la colectividad española en Buenos
Aires. Unos metros mas
adelante, encontraremos las abandonadas instalaciones de lo que fuera el periódico
decano de la colectividad española, el recordado Faro de España, cuyo fundador
y director fuera Braulio Díaz Sal
Cruzando la calle Santiago
del Estero, a la altura del 1300, nos
encontraremos con dos magníficos
edificios en la vereda norte: el ex Hotel Majestic y la ex sede del diario Crítica.
El ex hotel Majestic es un
edificio en cuya fachada podemos apreciar una muestra de diversos estilos, fruto
de las varias intervenciones realizadas. El proyecto original correspondió a
los arquitectos Collivadino y Benedetti, quienes terminaron su construcción
hacia 1906. Podemos encontrar en su frente elementos que nos remiten al
academicismo, al art-nouveau y al art-decó. Sin embargo lo mas destacado lo
encontraremos en su interior, perfectamente conservado. Es uno de los hoteles
mas fantásticos de Buenos Aires y por donde pasaron personajes como el
bailarín Vatzlav Nijinsky y el arquitecto Le Corbusier.
Pegado a este edificio, nos
encontraremos con la ex sede del diario Crítica. Sin ninguna duda el diario Crítica
representó en todo sentido un aporte revolucionario en el mundo del periodismo
y la información en la Argentina. Su creador y director fue Natalio Botana. En
sus páginas aparecieron con frecuencia las firmas de escritores y periodistas
como Roberto Arlt, Enrique González Tuñón, Jorge Luis Borges, Ulyses Petit de
Murat y Florencio Escardó. Al momento de su clausura llegó a tener una tirada
de más de 600.000 ejemplares por día.
En la vereda sur,
encontraremos la inconfundible silueta del Palacio Barolo, terminado hacia el año
1923. Ella alberga un faro de 300.000 bujías, habiéndose usado para algunos
acontecimientos significativos.
En sus oficinas se
encuentran hoy por hoy varios estudios de arquitectura, abogacía, contaduría
con una vista muy buena de la ciudad. Conserva en funcionamiento sus once
ascensores y su aspecto general es muy bueno. Su planta baja es recorrida
longitudinalmente por un pasaje, que conecta la Avenida de Mayo con Hipólito
Irigoyen, con excelentes cabinas comerciales finamente decoradas y la bóveda
que cubre la totalidad del pasaje está ornamentada con citas en latín del
mismo autor. El Palacio Barolo tiene uno gemelo en Montevideo, Uruguay,
reconocido como el Palacio Salvo.
La última cuadra de nuestra "Avenida", se
corresponde con un monumental edificio que ocupa todo el tramo de la
vereda sur y que se le denomina La Inmobiliaria. Es un complejo de
oficinas y viviendas de la ex Compañía de Seguros La Inmobiliaria y
construida por el arquitecto Broggi hacia el año 1910, en donde la
fusión y amalgama de estilismos eclécticos, sumado a elementos del
art-nouveau, una loggia de carácter italianizante y posturas
neoclasicistas, conforman una fachada muy rica. Posee las magníficas
estatuas de Venus y Apolo.
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