Baile y
color en la ciudad
Fiesta del
candombe en Monserrat
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Asamblea
del Año XIII:
Libertad de vientres,
2.
"Bando publicado a virtud del decreto soberano de este día",
Gazeta Nº 44, 5 de febrero de 1813. El Supremo Poder Ejecutivo Provisorio
de las Provincias Unidas del Río de l a Plata a los que la presente
viesen, oyesen y entendiesen. Sabed: que la Asamblea Soberana general
constituyente se ha servido expedir el decreto del tenor siguiente:
"Siendo tan desdoroso como ultrajante a la humanidad el que en los
mismos pueblos, que con tanto tesón y esfuerzo caminan hacia su libertad,
permanezca por más tiempo en la esclavitud los niños que nacen en todo
el territorio de las Provincas Unidas del Río de la Plata sean
considerados y tenidos por libres, todos los que en dicho territorio
hubiesen nacido desde el 31 de enero de 1813 inclusive en adelante, día
consagrado a la libertad por la feliz instalación de la Asamblea general,
bajo las reglas y disposiciones que al efecto decretará la Asamblea
general constituyente. Lo tendrá así entendido el Supremo Poder
Ejecutivo para su debida observancia. Buenos Aires, Febrero 2 de 1813,
Carlos de Alvear, Presidente, Hipólito Vieytes, Diputado y
Secretario". Por tanto para que este soberano decreto tenga su
puntual y debido cumplimiento, publíquese por bando en esta capital, imprímase
y comuníquese al gobernador intendente de esta Provincia para que lo haga
así mismo notorio en todos los puntos de su dependencia, dirigiéndose
igualmente a todos los gobiernos de la comprensión de este Supremo
Gobierno Ejecutivo, a los efectos que van prevenidos, Buenos Aires, 3 de
febrero de 1813. Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña. Por mandado
de S.E.D. José Ramón de Basavilbaso.
Fuente: Chiaramonte, J. C., Ciudades, provincias, Estados: Orígenes
de la Nación Argentina (1800-1846), Espasa Calpe- Ariel, Villa Ballester,
1997, pág 418/419.
Seleccionado por el equipo Ventura del Certamen Revolución de Mayo
- 1999 |
Barrio
del Tambor
Agrupados de
acuerdo con su origen o con los diversos matices de la raza en comunidades
como: Congo, Cabunda, Banguela, Minas, Angola, Rubolo, Mozambique, etc.,
gobernados por una corte compuesta de rey, reina y consejo directivo, los
negros se agrupaban en el barrio Monserrat. Los domingos y días feriados,
en medio de danzas ruidosas y fiestas de sabor primitivo, recuerdan a su
tierra natal. El barrio recibe varios nombres: "del Tambor", o
"del Candombe", por ser estos instrumentos los más característicos
y típicos de las celebraciones. Posteriormente se le denominaba
"barrio del mondongo", porque a un matadero de las inmediaciones
los más necesitados van a pedir gratuitamente los residuos: mondongo,
bofes, etc.
Fuente: Gibelli, Nicolás J. y Pérez Amuchastegui, A.J.; Crónica
Argentina Histórica (compilación), Tomo 1; Editorial Codex; Bs. As.;
1968; pág. 295 Seleccionado por el equipo Stamble Moguttu del
Certamen Revolución de Mayo - 1999 |
Buenos
Aires se enriquece
En los años que siguieron a 1810 no se registraron grandes cambios en la
población y en la estructura física de la ciudad de Buenos Aires ni en
su campaña. Sin embargo, hubo transformaciones profundas en todos los
planos pues la revolución significó un corte abrupto en el proceso político
además de una ruptura en lo comercial y económico, el pensamiento, las
creencias y las costumbres. También pudo registrarse ciento
enriquecimiento, perceptible en las clases altas y en los sectores
vinculados con un creciente tráfico de mercaderías, en reemplazo del
antiguo monopolio sustentado por la autoridad colonial. La población. Una
circunstancia de la que, en cambio, quedó registro fue la disminución
del comercio esclavo. La trata terminó oficialmente en 1812; al año
siguiente se aprobó la ley de "libertad de vientres" y de
declaró que todo esclavo que pisara territorio del antiguo virreinato sería
automáticamente tenido por libre. Sin embargo, sucesivas reglamentaciones
fueron limitando estos nobles deseos. Una de ellas especificaba que los
esclavos que entraran al territorio con sus amos no se beneficiarían de
la disposición que los declaraba libres. Incluso el gobierno
revolucionario llegó a emitir licencias permitiendo importar esclavos
"para uso personal". El censo de 1822 muestra que la población
libre de color forma alrededor del 48% del total de los negros, lo que
demuestra que la mayoría de éstos todavía se encontraban en la
esclavitud. Entre 1810 y 1822 la cifra de negros y mulatos aumenta de casi
8.900 a cerca de 14.000, por ello significa una disminución de un cuarto
a dos séptimos de la población urbana; hay que recordar que entre 1813 y
1816 se crearon unidades militares de negros que serían libres al
terminar sus servicios, lo que -según José Luis Romero- sería una de
las causas del progresivo mestizaje. Curiosamente, la mortalidad infantil
es más alta entre los negros libres que entre los esclavos. Sea como
fuere, en la década posterior al movimiento de mayo, Buenos Aires continúa
dependiendo en gran medida de la fuerza de trabajo de la fuente de color,
tanto esclava como libre. Ventas callejeras, oficios como los de
aguateros, changador, panadero, fabricantes o más bien artesanos de
muebles, zapatería y herrería y sobre todo las labores domésticas, son
las principales ocupaciones de este sector.
Fuente: Luna, Félix Historia Integral de la Argentina, Tomo 4: La
Independencia y sus Conflictos. Buenos Aires, Editorial Planeta; Buenos
Aires 1996; pág. 283/284.
Seleccionado por el equipo Ventura del Certamen Revolución de Mayo -
1999 |
El
Río de la Plata al comenzar el siglo XIX
Mayor
importancia numérica tuvo sin duda la introducción de esclavos. Esta era
la solución habitual en las últimas etapas coloniales para el problema
planteado por la escasez de mano de obra; es usual señalar qué razones
impidieron, en el río de la Plata, que la gravitación del régimen
esclavista alcanzase la intensidad que tuvo en las colonias de
plantaciones: faltaban aquí precisamente las plantaciones, y la
esclavitud fue un fenómeno más urbano que rural, por otra parte, el tipo
de actividades a las que en las ciudades se orientaban los esclavos hacía
menos interesante para sus amos el mantenimiento de la institución misma;
eso explica sin duda la abundancia de emancipaciones. Estas observaciones
- en su mayor parte válidas - no deben, sin embargo, hacer olvidar la
importancia que tuvo la entrada de esclavos negros como medio para obtener
la mano de obra que la escasa población local no podía proporcionar. En
este sentido el Río de la Plata estaba todavía favorecido por constituir
el punto de entrada de esclavos para el todo el sur de las Indias españolas;
la oferta de negros fue aquí abundante desde comienzos del siglo XVIII. Y
en efecto la proporción de la población de color se eleva en Buenos
Aires a lo largo de la centuria desde el 16.5% en 1774, hasta el 25% en
1778 y el 30% en 1807. En la campaña la parte de población negra es más
escasa, hecho que se constituye en una prueba adicional de la concentración
de la riqueza mueble en actividades urbanas, porque no hay duda de que
-contra lo que quiere frecuentemente suponerse- allí donde se la usó la
mano de obra esclava resultó rendidora para los trabajos rurales (sobre
todo para los agrícolas). En todo caso la entrada de esclavos para el
Litoral en expansión del siglo XVIII no alcanzó a dar éste una proporción
de población negra comparable a la de ciertas zonas del Interior, donde
el período de entrada de esclavos había sido la centuria anterior: en
Tucumán, en 1706, la población negra cubre un 44% del total. Pero en el
Interior una alta proporción de los pobladores de color se encuentran
emancipados; en Tucuman hay cuatro negros libres por cada esclavo, en
Corrientes la proporción es análoga. En Buenos Aires, en cambio, hay en
1810 un negro libre por cada diez esclavos.
Fuente: Halperín, Donghi, Tulio, Revolución y Guerra. Formación de
una elite dirigente en la Argentina criolla, Siglo XXI, Buenos Aires,
1972; pág. 74/75. Seleccionado por el equipo Ventura del Certamen
Revolución de Mayo - 1999 |
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